Tras los pasos de Alexa

Después de adquirir una gangrena por un mal tratamiento en un hospital de Cuba que la llevó a amputarle sus dos piernas, esta niña de cuatro años de edad hoy camina hacia un futuro más amable para ella y su familia. En esta narración les cuento los detalles de esta conmovedora historia.

Por: Juan José Posada 



Tan solo tres meses después de su nacimiento, a Alexa Prieto Vidal la vida le cambiaría para siempre. Esta cubana ingresó a un hospital en la Habana, el diagnóstico fue por una descompensación de su estómago, pero debido a la mala atención y a la falta de recursos médicos en la isla, la niña contrajo una bacteria que le generó una gangrena en sus dos pies.

“La falta de medicamentos, las instalaciones en mal estado y médicos al parecer no muy capacitados, terminaron por dejar en su cuerpo una bacteria, que se manifestó con los dedos de sus pies morados”, narró Jacqueline Vidal, la madre de Alexa.

Vidal al regresar al hospital y preguntar qué pasaba, le argumentaron que eran los cambios de temperatura, que la tapara bien: “Algo que nunca había escuchado como profesional de la salud, un descuido que llevo a la niña a vivir la situación que padece hoy día”, explicó, Armando Quirantes, un maduro médico de 81 años especializado en ortesis y prótesis.

Al continuar Alexa con los dedos de sus pies morados y cada vez más ese color subiendo por sus piernas, por fin apareció un doctor en Cuba que la analizó de nuevo y lastimosamente le dio la mala noticia a la familia de Alexa, que a tan solo a tres meses de su nacimiento la menor tenía que ser amputada de sus dos piernas.

Fue así como el seis de abril del año 2015, la menor ingresó a cirugía para extirparle sus extremidades inferiores y así salvarle la vida.

El Doctor Armando Quirantes está radicado en Miami y se ha convertido en el ángel guardián de Alexa y su madre Jacqueline Vidal: “Conocí su caso a través de una periodista de Radio y Televisión Martí en Cuba, ella me contactó y me contó el caso”.

Y es que este médico se dedica desde hace 50 años a ayudar a familias necesitadas en centro y sur América, personas de escasos recursos que por algún motivo necesitan de un tratamiento de ortesis o prótesis que desde luego no pueden costear.

“Yo los traigo acá a Miami, los hospedo en mi casa muchas veces, y trato al máximo de ayudarlos para que sus vidas continúen lo más normal posible”, narró Quirantes.

Luego de conocer el caso de Alexa, el médico realizó todas las gestiones a través de su fundación ‘Prótesis sin Fronteras’ para gestionar una Visa Humanitaria, la cual le fue otorgada a la niña y desde este punto se desprende el resto de la historia.



El tratamiento

Las ortesis son dispositivos externos u aparatos aplicados al cuerpo para corregir o modificar deformaciones; mientras que las prótesis son extensiones artificiales que reemplazan una parte del cuerpo que no existe bien sea por amputación o nacimiento.

Quirantes especializado estos temas, le apuntó a las prótesis para Alexa, un proceso que está en marcha y cuyo objetivo vislumbra que en tres meses la niña pueda volver a Cuba con sus prótesis.

La familia de la menor esta compuesta por su madre Jacqueline Vidal de 41 años; el padre Jesús Prieto de 36 años y su hermano Azael de 5 años.

Este es el segundo viaje de Alexa a la Florida después de conseguir el documento oficial, en Octubre de 2018 el Doctor Quirantes, luego de una titánica labor, logró conseguir en Tampa un centro de salud que les tendió la mano.

“Shriners Hospitals for Children en Tampa, fue el único que me abrió las puertas, busque por todo Miami y no me recibieron la niña por no tener seguro médico, Tampa debe estar orgulloso del servicio de este hospital”, agregó el Doctor.

Allí el primer paso fue realizarle una nueva cirugía a Alexa para reconstruir los muñones de sus piernas: “Los cuales estaban mal operados pensando en un proceso de rehabilitación con prótesis a futuro. Un procedimiento esencial para que estas extensiones artificiales se adecuen a su cuerpo”, dijo.

El Shriners Hospitals for Children de Tampa, no solo no le cobra un solo centavo a la familia de Alexa, sino que también se comprometió con sus terapias de rehabilitación y con las prótesis.

“Después de la cirugía regresamos a Cuba para que la niña estuviera con su familia, una recuperación que nos dio fuerzas para continuar con el proceso”, anotó la madre de Alexa.

Y ya inicio la segunda parte para la menor y su familia, desde mediados de enero de este 2019, Alexa regresó a Tampa con su madre.

“En este punto lo importante es que a la niña se le enseñe a estar de pie, ella nunca lo ha hecho en sus cuatro años de vida, en nuestro cerebro hay un parte que maneja el equilibrio y ella no lo ha desarrollado del todo”, explicó el Doctor Quirantes.

Por ahora estos tratamientos de rehabilitación se hacen dentro del hospital, con unas prótesis temporales para que Alexa se vaya acostumbrando, pueda ponerse de pie y así aprender a balancear su cuerpo.

“La idea es que después de esto, ella de sus primeros pasos y en unos tres meses pueda regresar a Cuba con sus prótesis y continuar con su vida”, puntualizó el Doctor Quirantes.

Tratamiento que según el galeno, Alexa debe seguir hasta sus 16 años de vida, ya que el cuerpo va creciendo y a si mismo se deben cambiar las prótesis.



¿Cómo ayudar a Alexa?

Aunque almas tan bondadosas como la del Doctor Quirantes, que le ayudan Alexa y a su madre a cubrir algunos gastos a través de la Fundación ‘Prótesis sin Fronteras’, también Tampa acoge la solidaridad.

Jael Martínez y Ligia Cohen son dos mujeres radicadas en la bahía que les abrieron las puertas de sus casas a Jacqueline y a su hija para hospedarlas, pero la manutención y el transporte, además de otra serie de necesidades también se deben cobijar.

“Estos es lo que se vive en Cuba, nos venden la idea de los mejores médicos y demás, pero la realidad es otra. Malos procesos, no hay recursos, falta de higiene en hospitales, sondas infectadas, por eso la familia de Alexa esta en esta situación y nosotros deseamos ayudarla”, argumentó Jael Martínez, una cubana que las recibió en su hogar.

“Entre las dos me mantienen en sus casas, estoy muy agradecida también con Ligia Cohen, una colombiana que nos tendió la mano y de qué manera”, acotó la madre de Alexa.

Por eso el llamado es no solo para la comunidad hispana en Tampa y la Florida, todo quien lea este artículo en cualquier parte de Estados Unidos o el mundo, y que esté interesado en colaborar lo puede hacer.

Y para esto se habilitó la cuenta de la Fundación ‘Prótesis sin Fronteras’, quienes deseen realizar sus aportes lo pueden hacer en el Banco Wells Fargo al número 5172241969 o llamar directamente a la madre de Alexa al teléfono en EE.UU (+1) (786) 740-2344.

Por ahora Alexa juega en su silla de ruedas donada por Shriners Hospitals for Children de Tampa, la cual maneja a la perfección gracias a las habilidades motrices que su estado la han llevado a desarrollar, pero ahora el sueño de todos quienes la rodean y el de su mente infantil es solo uno: “Quiero las prótesis para caminar”, concluyó Alexa quien pese a la adversidad mantiene una sonrisa dibujada en su rostro.

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