El Día sin Carro en Bogotá se convirtió en un ¡KARMA!
Avenidas principales como la 26 y la Boyacá cerradas para un puñado de personas en bicicletas y patines, calles colapsadas por miles de taxis y buses apeñuscados, gente desesperada bajándose del servicio público porque no avanza y ni hablar del apretujo de estaciones y buses de Transmilenio.
Este es el panorama que cada año se vive en la capital de Colombia, Bogotá, por la jornada del Día sin Carro.
Debo aclarar que en ningún momento estoy en contra de esta iniciativa, pero lo que si no hay derecho es la improvisación, falta de planeación y desorden en el que se convierten las calles de esta ciudad.
Cómo es posible, por ejemplo, que la Avenida El Dorado o Calle 26, sea cerrada totalmente para que pocos ciclistas y gente en patines la use; eso está bien, dejen uno o hasta dos carriles para ellos, pero como no dejan uno para el servicio público donde gente va hacia sus trabajos en taxis y buses.
¡No hay derecho¡ Por favor señor Alcalde de Bogotá, Secretaria de Movilidad, Policía de Tránsito, qué es esto, la calidad de vida de esta ciudad cada vez más para abajo, que atropello al ciudadano, que cuesta una planificación para esta jornada, distribuir avenidas principales para que sean compartidas por personas y servicio público.
Mi ejemplo personal, salí esta mañana a las 6:50 AM del barrio Pontevedra, tomé un taxi que me llevó por la Avenida 68 a subir por la calle 26, hacia el centro, hasta ahí sin problema; pero me encuentro con la bella sorpresa que la 26 estaba cerrada para bicicletas y demás.
Los taxis y buses desviados hacia la Avenida las Américas, el caos total, el desespero me invadió, y no solo a mí, la gente que iba a los lados en servicio público se empezó a bajar después de que en 40 minutos, solamente habíamos avanzado 5 cuadras.
No solo la perdida de la plata del taxi, el tiempo, caminamos hasta la Avenida NQS para tomar un TransMilenio que nos regresará a la Calle 26 y allí tomar otro que nos llevara al centro, porque entre otras no hay conexión de los articulados entre la NQS, Caracas o Avenida Décima.
Un trayecto que normalmente hago en 20 minutos, termino en una hora y 50 minutos ¡Que belleza!
Está muy bien que no salgan los carros particulares, pero organicen esta vaina que ya nos está perjudicando de una forma que daña el resto día a las personas.
Es un desahogo personal, ya son tres años donde esta jornada no deja sino afectaciones al ciudadano de a pie como yo.
Por favor, de por Dios, es una súplica, si van a seguir haciendo esta bendita jornada de Día sin Carro, que sea planeado para mejorar la movilidad de la ciudadanía y no para envolverla en un mar de ira en contra de la ciudad.
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