El nevado Santa Isabel desaparecerá en 20 años
Estuve realizando un recorrido por el nevado Santa Isabel en el Parque Nacional Natural los Nevados, el objetivo era buscar las balizas instaladas por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM), que están midiendo el retroceso del casquete glaciar, un tema relacionado directamente con el cambio climático y que afectaría parte de la población colombiana que recibe el agua de este páramo.
Y llego el momento, el borde de glaciar se presentó, un espectáculo que hiela los huesos pero enriquece el alma. La expedición adecuó los equipos para el ascenso, grampones, piolet y estacas; todo listo para iniciar la búsqueda de la baliza que nos mostrará el retroceso del casquete.
Llegamos hasta la sección dos del casquete glaciar del Santa Isabel, a unos 5.000 metros sobre el nivel del mar, la uno estaba totalmente cubierta por la nieve y no se encontraron las primeras cinco balizas.
El hermoso pero imponente paisaje mostraba el camino a recorrer, no era nada fácil bajo condiciones entre los 0 y 6 grados centígrados de temperatura, el ascenso inicial estaba a unos 4.200 metros sobre el nivel del mar, exactamente en el sendero “Las Conejeras”.
Para contribuir con el estudio del retroceso del glaciar se instalaron tres estaciones de medición atmosférica sobre la cuenca del río Claro, una al noroccidente del Santa Isabel en el sendero de Laguna Verde, otra en el centro occidente y la última en el sector de la cueva, mediciones que son recopiladas cada mes.
Las mediciones se realizan por medio de un pluviómetro que mide la cantidad de depresión líquida en el nevado, el neblinómetro que capta la cantidad de agua gaseosa que circula en el ambiente y los termómetros que atrapan los niveles de frío.
Estaciones alimentadas por la energía solar a través de los paneles, la batería mantiene un dataloguer que recopila la información y que después es bajada a un computador. Según los estudios, hace 30 años las temperaturas eran entre -2 grados y 6 grados centígrados, el nevado permanecía cubierto por nieve y el frio era constante, ahora con el efecto de cambio climático la temperatura oscila entre los -8 hasta los 16 grados.
José Bernardo Quinceno lleva 25 años viviendo en el páramo y contó como el cambio de temperatura lo afectó en su cultivo de papa, las heladas lo llevaron a realizar otras labores como la de alquilar sus mulas para este tipo de actividades.
Despunta el glaciar
Y llego el momento, el borde de glaciar se presentó, un espectáculo que hiela los huesos pero enriquece el alma. La expedición adecuó los equipos para el ascenso, grampones, piolet y estacas; todo listo para iniciar la búsqueda de la baliza que nos mostrará el retroceso del casquete.
Llegamos hasta la sección dos del casquete glaciar del Santa Isabel, a unos 5.000 metros sobre el nivel del mar, la uno estaba totalmente cubierta por la nieve y no se encontraron las primeras cinco balizas.
En este punto se ubicó la baliza número seis, el proceso es perforar el casquete e introducir la baliza de seis metros divida en tres secciones de dos metros cada uno amarradas por un cordel, en la medida en que el hielo se va derritiendo la baliza va saliendo a la superficie. Ese mismo ejercicio se realiza en el resto de las 14 balizas que son empotradas y atrapadas por el casquete.
Según las mediciones realizadas, en ese sector en dos años el casquete glaciar ha retrocedido 4 metros con 50 centímetros, lo más preocupante es que en dos décadas este nevado desaparecerá.
Esa es la realidad, y si la humanidad desea cambiarla debe tomar medidas inmediatas para detener el calentamiento global, de continuar la situación, las futuras generaciones conocerán estas bellas imágenes solo en fotografías.
Fotos / Juan José Posada Uribe /
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